Estado Laico ¿realidad o ficción?, es el Perú un Estado Laico? – Diego Rojas Tamayo








Para iniciar una aproximación a este tema, considero que todo análisis sobre el particular se inicia a partir de lo que dice nuestra Ley de Leyes, la Constitución Política del Perú, que como norma fundamental orientada a regir el ordenamiento de nuestro país, expresa los lineamientos que rigen las actividades de nuestra sociedad. En este sentido de manera concreta el art° 50 sienta las bases de una estrecha relación entre el estado y la Iglesia católica. ¿Pero a qué se debe esto? Existen profundas raíces históricas y culturales que sustentan esta relación y se reflejan en datos estadísticos que confirman que el 76% de los peruanos son católicos, el 14.1 % son evangélicos, el 4.8 % profesan otros credos (testigos de jehová, israelitas, musulmanes, budistas, etc.); pero también encontramos un significativo 5.8% que no profesa religión alguna, resaltando que los ateos tuvieron el mayor crecimiento en el periodo intercesal (2007-2017). Muchos especialistas consideran que el mayor acceso a la información producto de la evolución tecnológica desarrollada en los últimos años, contribuye al incremento de este fenómeno, China, 40% a 49%, Japón 30% a %39 y República Checa con similar cantidad son los países que a nivel mundial presentan el mayor número de población considerada “ateos convencidos”.
Estas consideraciones expuestas en el primer párrafo me llevan a reflexionar respecto a la importancia de la existencia de un Estado Laico, porque considero que tiene preeminencia por sobre todo, la Libertad de conciencia y religión, que es un derecho Fundamental de la Persona Humana y como tal garantiza su independencia y su capacidad de decidir sobre sí mismo respecto a su propio desarrollo y proyecto de vida.
Uno de los pilares fundamentales de la democracia, entendida como gobierno del Pueblo, es la justicia y como componente la equidad, en este orden de ideas “No somos un Estado Laico”, por cuanto el apoyo económico del Estado Peruano se limita a la Iglesia Católica, pudiendo considerarse hasta discriminador al no apoyar otras creencias considerando que grandes grupos de la población peruana de otras religiones, deberían tener las mismas condiciones.
Finalmente, parte de la generación de una nueva sociedad que se caracterice por ser tolerante, inclusiva, respetuosa de las opiniones y creencias de los demás, orientados a un pensamiento constructivo y de respeto; se sustentará en la forma como la sociedad independientemente de credos religiosos se oriente al objetivo común del bienestar general y eliminación de la pobreza. 

Bibliografía:
http://www.cddperu.org/informacion/noticias/presupuesto-nacional-y-estado-laico

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